Efecto Pigmalión o la profecia autocumplida.

Efecto Pigmalión



El efecto Pigmalión es la potencial influencia que ejerce la creencia que una persona tiene sobre otra y cómo influye sobre las acciones de esta última. Es una teoría a tener en cuenta en la mayoría de las ciencias de carácter social y en los ámbitos educativo y familiar más aún si cabe.

Podemos encontrarlo de diferentes modos: podemos ver como una persona ha conseguido lo que se proponía cuando anteriormente alguien tenía la creencia de que lo conseguiría, en educación también podemos ver, como decía Rosenthal y Jacobson, como en el alumno pueden cumplirse las creencias que el maestro tenía puestas en él al principio del proceso y cómo profecía autocumplida, es una expectativa que incita a las personas a hacer todo para que termine cumpliéndose la profecía.

Uno de los estudios de psicología clásicos que comprobaron este efecto en el ámbito académico es el estudio de Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en una escuela de California. Pasaron pruebas de un test que media el coeficiente intelectual de los niños y las niñas de la escuela. Después les dijeron a sus maestros y maestras que el test revelaba de forma muy certera que niños a final de curso iban a destacar y tener grandes mejoras académicas. Sin embargo, los alumnos y alumnas fueron elegidos por azar no por los resultados del test.
Al finalizar el curso, las mediciones y los resultados obtenidos comprobaron que efectivamente los niños y niñas que habían sido seleccionados habían incrementado su rendimiento académico y su coeficiente intelectual de forma muy notable en comparación con los no seleccionados.
Esto ponía de relieve que las expectativas del docente sobre su alumnado tenian gran influencia sobre el comportamiento de éste y su rendimiento académico e intelectual.
Este efecto se conoce también como la profecía autocumplida, en tanto que creer en una cosa nos hace crear las acciones necesarias para que suceda.
Los autores del estudio observaron 4 factores que habían hecho posible que esos cambios se produjeran.
  1. Se genera un clima emocional más cercano. Gran parte de la información que transmitimos en nuestras comunicaciones con el otro son inconscientes, especialmente, el lenguaje corporal, el tono, los gestos, miradas, sonrisas…
  2. Se les enseñaba más materia. Como el maestro consideraba que el alumno tenía capacidad de aprender más, se esforzaba en explicar nuevos contenidos académicos y tenía una actitud más exigente. Si el profesor no cree que el alumno tenga más capacidad puede aceptar respuestas incompletas o incorrectas.
  3. Se les preguntaba más a menudo. Se les preguntaba con más frecuencia y con más dificultad. Se les daba más tiempo para responder, se les sugerían alternativas de respuesta, se les interrumpía menos y se les daba más oportunidades de responder.
  4. Se les elogiaba más. Se les animaba y alaba más para conseguir mejores resultados.

Estos niños y niñas aumentaron sus habilidades en ciertas materias simplemente porque su adulto de referencia en ese área de referencia, el profesor,  creyó que ellos eran capaces de destacar en la materia.
Después de ese estudio han habido muchos más que demuestran como las creencias, tanto las propias como las que los demás tienen sobre uno mismo, influyen de manera determinante en el mayor o menor éxito de una persona.

Hay diferentes autores que definen las creencias, nos vamos a quedar con dos: Woods (1996) define el concepto de creencia como la aceptación de una proposición para la cual no existe conocimiento convencional, que no es demostrable y para la cual existe desacuerdo conocido. Y Richardson (1996), las creencias son formas de comprender premisas o proposiciones sobre el mundo, sostenidas psicológicamente, que son tenidas por verdaderas.

En el aprendizaje se refieren a las nociones, ideas percibidas, conceptos, opiniones, representaciones, suposiciones o miniteorías acerca de la naturaleza del aprendizaje de la materia en cuestión.  (Holec, 1981 y Horwitz, 1987). Las creencias se forman a lo largo de los años, son estables y resistentes al cambio, pero a su vez influenciables con un entrenamiento específico, están interrelacionadas entre sí y con los conocimientos y además dependen de la cultura que te rodea.  


Si hablamos de educación, el profesor, el maestro tiene un papel fundamental en ayudar a forjar ciertas creencias que el estudiante tendrá en sus primeros años de socialización. El maestro acompaña no sólo al alumno sino también a la familia. Es deber por tanto del docente no solo demostrar a sus alumnos el poder de sus creencias y de las creencias que los demás depositan en ellos, sino también concienciar a las familias del poder que las creencias tienen en el progreso de sus niños y niñas. Es labor del docente pues guiar al alumno en la forja de sus creencias, creer en sus alumnos de forma positiva y formar a las familias en transmitir a sus hijos e hijas creencias positivas y de crecimiento y ayudarles a formar creencias personales que les lleven al éxito. 

La familia es el pilar fundamental donde construir creencias positivas en sus hijos, creencias que les den alas para conseguir su sueño, que les hagan creer en el esfuerzo, en el compromiso, en la solidaridad, en la justicia... la familia tiene un gran poder en la construcción de esas creencias en sus hijos e hijas. 

Las creencias son motor de crecimiento o de destrucción en la persona, hagamos posible que estas nos ayuden a ser mejores, a construir una sociedad mejor. Cambiemos primero en lo pequeño, para que paso a paso, el mundo se contagie.

Este anuncio de la aseguradora Divina Pastora #NoTeDetengas nos muestra claramente el poder de las creencias. 




Comentarios

Entradas populares de este blog

Classdojo

Aula del futuro.